Margarita y Antonio celebraron su boda en una ermita a finales de Junio. La ermita era de esas pequeñitas y de estilo románico, con la clásica alfombra roja en el pasillo para dar paso a los novios hasta el altar. Decoramos el pasillo con detalles florales a conjunto con la alfombra. Y dimos más importancia al altar y al exterior con muchas flores y velas.
La verdad es que esta pareja de novios fueron realmente entrañables y pusimos mucha ilusión y cariño en la decoración de los espacios que nos pidieron. Creo firmemente que el cariño que se pone en hacer las cosas es directamente proporcional al resultado obtenido. Y me consta que los novios estuvieron muy satisfechos con la decoración. Y la boda en una ermita de verdad que resulta muy entrañable.
¡Gracias por la confianza!