Cada aroma, cada pétalo, guarda un pedacito de nuestra historia
Mi historia con las flores
Desde pequeña siempre quise rodearme de cosas bonitas. Siempre pensé que una flor en mi pelo me ayudaría a sentirme más feliz. Y esa parte de niña todavía me acompaña.
Te cuento…
Soy Maria Vert y la pasión por las flores me viene de mi abuelo.
Cuando cuidaba su jardín, me contaba con cariño los secretos de las flores. A mí me encantaba acompañarlo.
Aprendí que a las gardenias no les gusta el sol del mediodía. Hundía mi naricilla entre los pétalos para absorber su perfume. Luego corría al rosal para oler la diferencia. Comprobaba que las rosas amarillas no olían igual que las rojas.
Eran momentos mágicos que se quedaron impregnados en mi corazón

…Y luego me hice mayor.
Y con dos niños y el trabajo apenas sacaba un ratito a la semana para disfrutar de las flores. Imagino que me entiendes, siempre había algo más prioritario.
Hasta que un día me miré al espejo y lo vi: ¿Dónde estaba yo en mi vida? ¿En el último lugar? ¿Quién me iba a dar valor si yo misma no me lo daba?
Paré, Respiré. Tomé mi tiempo para escucharme… y de repente me di cuenta de que mi interior me estaba hablando
Con el ruido de ahí afuera, ni siquiera me había oído.
De pronto, me escuché:
¡Difruta con lo que hagas!
¡Encuentra motivos para sonreír!
¡Despliega tu creatividad!
¡No te conformes!
Recordé a mi abuelo en el jardín y volví a conectar con la delicadeza, la armonía y la feminidad que había aparcado durante demasiado tiempo.
Entonces me entusiasmé, porque descubrí que las flores no tienen por qué ser efímeras: pueden conservar su belleza con el paso del tiempo. A mis flores no se les caerían los pétalos como en la Bella y la Bestia.
Por esto me dedico ahora a sembrar recuerdos con flores que perduran en el tiempo. Porque a mí las flores me transportan a la infancia y a mi abuelo.
y tú puedes revivir ese día tan especial en tu vida.
Para que vuelvas a sentirte amada y especial cada día que veas tus flores.

La felicidad consiste en coleccionar y revivir momentos felices

Más de 300 mujeres han confiado en mí para crear sus ramos de novia. Así como todos los complementos y regalos a conjunto.
También he mandado flores para regalar a una cantidad de personas que ya me resulta más complicado de contar.
Siempre las trato con mimo, porque a todos nos gusta que nos cuiden.
Sería más común decir que trabajo de florista, pero la verdad es que para mi es mucho más: es formar parte de ese amor y de esa alegría que sentirás con las flores. Me gusta saber que, de alguna forma, con mi trabajo revivirás un momento bonito de tu vida…
Te haré una confesión: siento que todo el amor que tengo desborda mi corazón, así que lo reparto con mis flores. ¿Es egoísmo? ¿Es generosidad?
No lo sé, pero no me lo puedo quedar todo para mí. Así que te lo voy a entregar en formato flores.