No se trata solo recordarlos, sino de revivir las sensaciones que te envolvieron en en esos momentos inolvidables.
Esa sensación de sentirte importante para alguien no tiene por qué durar un día.
Puedes revivirla cada vez que veas esas flores que te demuestran que el amor no es solo el recuerdo de un día.
No se trata solo recordarlos, sino de revivir las sensaciones que te envolvieron en en esos momentos inolvidables.
Esa sensación de sentirte importante para alguien no tiene por qué durar un día.
Puedes revivirla cada vez que veas esas flores que te demuestran que el amor no es solo el recuerdo de un día.
Quizás el amor no es eterno, pero la sensación de amor es perdurable en el tiempo.
¿Recuerdas la rosa de la Bella y la Bestia? Era una rosa preciosa cuyos pétalos iban cayendo poco a poco. Esta rosa nos recuerda que el amor puede cambiar todo lo que nos rodea y va más allá del paso tiempo.
Y aunque a la rosa se le vayan cayendo los pétalos y sientas pena, el envoltorio de amor queda preservado.
Pero que no te engañen, ninguna flor es eterna.
Aunque si es una flor preservada, durante meses mantendrá sus pétalos y te trasladará a ese momento de amor puro.
Volverás a revivir la alegría de aquel día tan especial,
volverás a sentirte amada,
reconocida y admirada.
Desde pequeña siempre quise rodearme de cosas bonitas. Siempre pensé que una flor en mi pelo me ayudaría a sentirme más feliz. Y esa parte de niña todavía me acompaña.
Te cuento
Mi historia con las flores
Soy Maria Vert y la pasión por las flores me viene de mi abuelo.
Cuando cuidaba su jardín, me contaba con cariño los secretos de las flores. A mí me encantaba acompañarlo.
Aprendí que a las gardenias no les gusta el sol del mediodía. Hundía mi naricilla entre los pétalos para absorber su perfume. Luego corría al rosal para oler la diferencia. Comprobaba que las rosas amarillas no olían igual que las rojas.
Eran momentos mágicos que se quedaron impregnados en mi corazón
Y luego me hice mayor.
Y con dos niños y el trabajo apenas sacaba un ratito a la semana para disfrutar de las flores. Imagino que me entiendes, siempre había algo más prioritario.
Hasta que un día me miré al espejo y lo vi: ¿Dónde estaba yo en mi vida? ¿En el último lugar? ¿Quién me iba a dar valor si yo misma no me lo daba?
Paré, Respiré. Tomé mi tiempo para escucharme… y de repente me di cuenta de que mi interior me estaba hablando
Con el ruido de ahí afuera, ni siquiera me había oído.
De pronto, me escuché:
¡Difruta con lo que hagas!
¡Encuentra motivos para sonreír!
¡Despliega tu creatividad!
¡No te conformes!
Recordé a mi abuelo en el jardín y volví a conectar con la delicadeza, la armonía y la feminidad que había aparcado durante demasiado tiempo.
Entonces me entusiasmé, porque descubrí que las flores no tienen por qué ser efímeras: pueden conservar su belleza con el paso del tiempo.
A mis flores no se les caerían los pétalos como en la Bella y la Bestia.
Por esto me dedico ahora a sembrar recuerdos con flores que perduran en el tiempo.
Porque a mí las flores me transportan a la infancia y a mi abuelo.
y tú puedes revivir ese día tan especial en tu vida.
Para que vuelvas a sentirte amada y especial cada día que veas tus flores.
Si eres una futura novia, te ofrezco dos opciones con los que
Preservar los recuerdos para volver a un momento feliz,
Un ramo de novia de flores preservadas, para que meses después sus pétalos te transporten al momento que llegaste espléndida al altar.
Conservar tu ramo de novia de flores frescas y que con sus pétalos diseñe un cuadro que represente el ramo de ese día en que te sentiste la mujer más feliz del mundo.
Y si no eres futura novia, pero quieres rodearte de belleza o hacer que otra persona se sienta querida y especial, escogiendo flores preservadas
Harás sonreir a ese alguien especial
Provocarás que la persona que quieres sienta cada día mariposas en el estómago
Descubrirás el placer de autoregalarte flores